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Martes, 27 de mayo 2025, 00:45 | Actualizado 01:43h. Comenta Compartir Gracias por acordarte del lisiado», suelta entre risas Tito Cabrera (Tenerife, 26 años) en conversación telefónica con
LA VERDAD. Este jugador profesional de baloncesto es extrovertido, alegre, simpático y toma como una lección de vida la grave lesión de rodilla que ha cortado su carrera profesional por un
largo periodo de tiempo. El base cedido por el Lenovo Tenerife se reencontró la semana pasada con sus compañeros más de tres meses después de romperse el cruzado en la pista del Obradoiro.
Tito, como es conocido en el mundillo, viajó expresamente desde su Tenerife natal hasta el Palacio de los Deportes para animar a sus compañeros del Odilo FC Cartagena CB en la eliminatoria
de cuartos de final del 'playoff' de ascenso a la ACB contra el Real Betis. Cabrera no es un jugador más del Cebé Cartagena. Por su carisma, su personalidad y su forma de ser es un
pilar fundamental dentro del vestuario albinegro. Y un chico muy, muy querido por directivos, trabajadores y cuerpo técnico al completo. Aquella fatídica noche del 11 de febrero en el
pabellón Fontes do Sar, en Santiago de Compostela, a Tito se le rompió el cruzado pero, en realidad, todos en aquel momento se sintieron rotos por dentro. Lo confesó el propio entrenador,
Jordi Juste, quien aseguró que desde el mismo momento en que vieron salir de la pista al '3' roto de dolor el partido contra el Obradoiro quedó en un segundo plano. Un mazazo muy
duro y un perfil de jugador insustituible por lo que aportaba dentro y fuera. CAER Y LEVANTARSE Tan importante era y es Cabrera para el Cebé que sus compañeros, siempre que pueden, tienen un
guiño hacia él. Camisetas con mensajes de 'Ánimo Tito', y una foto de la plantilla con su camiseta, nada más certificar el billete para la fase de ascenso contra el Oviedo, así lo
demuestran. En cualquier momento y en cualquier situación de adversidad, Tito ha estado muy presente para los jugadores. Van Eyck manifestó que ese cruzado roto les partió a todos y que,
justo en ese momento, sintieron la «responsabilidad» de levantarse, ser más fuertes y salir adelante por él. «EL EQUIPO PONDRÁ TODO LO QUE ESTÁ EN SU MANO PARA GANAR OTRA VEZ EN SAN PABLO»,
DICE CABRERA Cabrera, en pleno proceso de recuperación [pasó por el quirófano el 18 de abril], estaba deseoso de volver a Cartagena para reencontrarse con sus compañeros y prometió hacer
todo lo posible para estar como aficionado en esta fase de ascenso. En los dos partidos en casa frente al Betis fue una motivación más para luchar y un respaldo anímico para el vestuario.
«Me moría de ganas de ver a los chicos, pero por el postoperativo y porque me quitaron las muletas hace unos días dijimos de intentar cuadrar en el 'playoff'. Lo he disfrutado como
un niño pequeño», dice. FEBRERO, FECHA DE REGRESO El '3' se llevó un caluroso aplauso de la grada, vibró como el que más, celebró y también sufrió en estos dos partidos de la
eliminatoria. «Me he sentido muy querido y muy arropado por todo el mundo, desde mensajes de aficionados que te alegran, jugadores, cuerpo técnico...». Cabrera transmitió «ánimos, un poquito
de risas, desconectar un poquito... Son tantos partidos, tantos entrenamientos que poco puedo aportar a lo táctico y a lo baloncentístico. Yo puedo echar una mano fuera, estar pendiente de
ellos, decirles alguna cosa... Pero estuve más de disfrutón, en primera línea de guerra, que aportando en lo táctico. Los chicos saben lo que hacer», señala. Si todo va bien y nada se
tuerce, la fecha prevista de regreso es febrero de 2026. Cabrera, que debe volver a Tenerife para seguir su recuperación y no estará este viernes (San Pablo 20.30 horas) en el quinto y
decisivo partido, saca una lectura positiva de esta lesión. «Me ha ayudado a crecer como persona. En ese momento no sabes qué está pasando exactamente ni lo que puede ser ni la gravedad
porque estás un poco en la inopia. Ha sido un proceso y te das cuenta de que es tu trabajo, de que le puede pasar a cualquiera. Si no hubiese querido exponer a romperme la rodilla
seguramente hubiese acabado la carrera de Magisterio y sería profesor. Es lo que me gusta y son cosas que pueden pasar. No se acaba el mundo ni mi carrera. Volveré igual o más fuerte».
Cabrera está convencido de que sus compañeros pueden dar la campanada en Sevilla. «Tienen confianza. Saben que ya ganaron allí, son conscientes de la dificultad pero pondrán todo lo que está
en sus manos para demostrarlo». Comenta Reporta un error Límite de sesiones alcanzadas El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero
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