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Antonio Zomeño Domingo, 4 de mayo 2025, 08:28 Comenta Compartir Durante el último lustro, el fútbol de Totana parecía contagiado del lento pero inexorable declive de la tradición alfarera de
la ciudad. El Juan Cayuela albergaba a un histórico que languidecía en Preferente entre murmullos que amenazaban la desaparición. Las míticas franjas rojas y blancas del Olímpico se
desdibujaban, como una reproducción poco fiel del segundo club con trayectoria continuada más antiguo de la Región de Murcia. Hace dos veranos se vivió un punto de inflexión. El club
alfarero consumaba su descenso a Autonómica sobre el verde; pero en el último instante conseguía la permanencia en los despachos. En ese punto, el Olímpico tomó la decisión de girar hacia
sus bases, en busca de sus raíces, como el artesano que gira el torno para elaborar con el barro de su propia tierra un proyecto modesto pero ambicioso que ha devuelto la ilusión a todo el
fútbol totanero. El pasado Domingo de Resurrección, el Olímpico de Totana despertó como flamante nuevo equipo de Tercera. Lo hizo en diferido, en medio de una jornada de descanso, pero como
una familia: toda la primera plantilla, incluidos cuerpo técnico y junta directiva, celebraron el ascenso directo tras la victoria del Estepona sobre el San Fernando que certificaba la
permanencia de la Deportiva Minera, y otorgaba una plaza de promoción extra para los equipos de Preferente. EL OLÍMPICO AÚN PELEA POR EL TÍTULO DE PREFERENTE, IGUALADO A PUNTOS CON EL
MAZARRÓN Y EL SANTA CRUZ A FALTA DE TRES JORNADAS El proyecto todavía gatea. Hace tan solo dos temporadas que Pedro Pérez asumió la presidencia del Olímpico, pero lo hizo con tres objetivos
claros: «Planteamos una apuesta arriesgada, con la que había que tener cierta paciencia. Nuestro proyecto pasaba por mimar la cantera, buscar que el talento de la tierra regresara a Totana y
devolver la ilusión de la gente al Juan Cayuela», explica la cabeza visible de la junta directiva. «Pero desde el primer minuto, mi presidencia iba ligada al entrenador. Si José Agustín no
se hubiera sentido preparado, yo no habría tomado las riendas del club», confiesa Pedro Pérez. UN PROYECTO ENDÉMICO La excelente temporada del Olímpico, de menos a más en su lucha contra las
boyantes plantillas del Mazarrón y el Santa Cruz, los otros dos ascendidos, ha llegado bajo la dirección del primer técnico totanero en una década. En su segundo año, José Agustín ha
comandado una plantilla con tan solo cinco futbolistas foráneos, por los 17 jugadores criados en Totana. «Muy pocos habían competido en Preferente hasta el año pasado, pero la continuidad
del bloque ha permitido que crezcamos todos juntos», asegura José Agustín, que ha vestido los colores del club alfarero en casi todos sus formatos. Primero como jugador de las bases, después
como futbolista en Tercera, pasando luego por la dirección deportiva y, hasta hace dos temporadas, como técnico del filial. En esta última faceta ha conseguido plasmar una idea de juego
vistosa. El equipo no solo ha vencido todas las expectativas con un ascenso directo que muy pocos vaticinaban, sino que lo ha logrado con un fútbol vertical y atrevido, que ha puesto al Juan
Cayuela a vibrar a base de goles. «El mero hecho de entrenar al Olímpico ya es un orgullo para mí. Ser parte del equipo que devuelve al club al lugar al que pertenece por historia y
afición, es una alegría enorme», cuenta este profesor de Primaria. EL RENACER DEL JUAN CAYUELA El templo del fútbol totanero, una factoría de césped natural que ha alumbrado a leyendas como
Chendo o Murciano, volverá a disfrutar de fútbol de categoría nacional la próxima temporada. «Este año hemos vivido una conexión especial en el Juan Cayuela. La gente ya nos está preguntando
por el precio de los abonos para el año que viene», expresa el presidente Pedro Pérez, que ha acudido emocionado a cifras de asistencia más propias de Primera RFEF que de Preferente, con
alrededor de 2.000 totaneros presenciando los partidos decisivos. El mítico estadio se ha convertido en un fortín esta temporada, donde el Olímpico tan solo ha cedido cinco puntos en todo el
año. «Se ha respirado ilusión en cada encuentro, se ha vivido ese ambiente de fútbol que hacía tiempo que no se veía en Totana», asegura José Agustín sobre la afición que «ha llevado en
volandas» al actual líder de Preferente. Pese a la consecución del ascenso directo, el baño de masas que aguarda a los héroes del Olímpico debe esperar. El equipo alfarero continúa inmerso
en la pelea por el campeonato de Preferente, igualado a puntos con el Mazarrón y el Santa Cruz a falta de tres jornadas. «No tenemos ninguna presión por acabar líderes, pero es una ilusión.
En cada entrenamiento se sigue viendo esa sed; el equipo quiere más», expresa el técnico del cuadro rojiblanco. Las celebraciones se sucederán tras la última jornada de liga, que disputarán
el fin de semana del 18 de mayo en el Juan Cayuela. Pero ya sea con «la guinda del pastel» entre sus brazos o no, Totana vivirá una fiesta por todo lo alto con rúa por la ciudad. El regreso
del Olímpico al lugar donde pertenece radica en la comunión entre club, afición y cantera; los tres pilares del fútbol de toda la vida que han devuelto a este histórico a la Tercera. Comenta
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