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Las desigualdades digitales que afrontan las personas mayores, la población con bajos recursos, migrantes y personas con discapacidad, entre otros colectivos, centrarán el congreso
internacional ... que arranca hoy en la Universidad de Murcia. Se trata de un encuentro que durante dos días reunirá a investigadores y expertos de 31 universidades de 14 países de Europa e
Iberoamérica y representantes de 24 entidades sociales. Ha sido organizado por el Observatorio de la Exclusión Social (OES) de la UMU, coincidiendo con su 20 aniversario, y en él se
expondrán cerca de cien comunicaciones y ponencias. El Congreso Internacional de Desigualdad y Exclusión Digital (Cided 2025) podrá seguirse tanto de forma presencial –Facultad de Economía y
Empresa, campus de Espinardo– como a través de internet, y contará para su inauguración con la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Gobierno de España, María
González Veracruz, y la consejera de Política Social, Familias e Igualdad, Conchita Ruiz. Será un debate «interdisciplinar con especialistas y profesionales de la sociología, la educación,
la ciencia política, la economía, el trabajo social, la comunicación y la documentación, con el fin de contribuir a una sociedad digital más inclusiva desde la experiencia investigadora,
formativa y de intervención social y aportar propuestas que puedan orientar las políticas públicas», señala el director del Observatorio de la Exclusión, Manuel Pedreño. NO SOLO FALTA DE
ACCESO Según el investigador, la exclusión social se ve incrementada por esas barreras que llegan con los avances tecnológicos. Y subraya que en el entorno digital, la exclusión «consiste no
solo en la falta de acceso a la tecnología, sino también en la ausencia de competencias digitales críticas, la infraestructura disponible y, a veces, se deriva de políticas públicas
ineficientes». Dora Sales, profesora titular del Departamento de Traducción y Comunicación de la Universidad Jaume I de Castellón, que es miembro del comité del programa del Congreso y
modera una de las mesas, alerta de que la digitalización es «un mundo muy excluyente, sobre todo para la gente que más necesita el acceso a los servicios que en teoría venía a favorecer».
«Por motivos económicos o sociales, mucha gente no tiene ni los dispositivos adecuados ni la formación necesaria para acceder a los beneficios que traen estos procesos», apunta. Por ello
llama la atención sobre la situación de las personas mayores. «Cada vez tenemos más mayores solos a los que la sociedad digital ha dejado al margen, que necesitan acudir a farmacias o
vecinos para que les ayuden con gestiones como citas médicas o trámites bancarios. La digitalización acelerada desde la pandemia ha dejado atrás a muchos colectivos». También teme los
efectos de la Inteligencia Artificial. «No se está haciendo una reflexión profunda sobre sus impactos. La parte positiva la van a ver muy pocas personas, y la negativa nos va a arrollar a
toda la sociedad».