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"Estamos entregando monedas a nuestros clientes en función de la cantidad que tenemos disponibles", señala Cynthia Montgomery, directora de comunicaciones de la división de bancos
minoristas de Truist Bank. "La mayoría de los clientes reciben algunas monedas con cada pedido que hacen, pero estamos monitoreando las cantidades para garantizar la disponibilidad para
todos los clientes". La Reserva Federal ha establecido un grupo de trabajo de representantes bancarios, tiendas minoristas y otros para buscar soluciones. Mientras tanto, las tiendas
están tomando medidas para administrar sus existencias de monedas. Walmart está convirtiendo algunas cajas registradoras de autopago en estaciones de solo tarjeta y les pide a quienes
necesiten pagar en efectivo que usen el cambio correcto, señala un portavoz de la compañía. En los supermercados Kroger, a los clientes en efectivo se les ofrece la opción de cargar el
cambio en una tarjeta de fidelidad de la tienda o redondear el monto y convertirlo en una donación a Zero Hunger | Zero Waste, un programa de caridad de la compañía que trabaja para combatir
el hambre y el desperdicio de comida en las comunidades donde opera la cadena. Pero aquellos que quieren recibir monedas en el cambio aún pueden hacerlo en las cajas de pago que las tienen.
"Al igual que muchas empresas y tiendas minoristas, nos estamos adaptando a la escasez temporal de varias maneras sin dejar de aceptar efectivo", señala un portavoz de Kroger.
QuikTrip, que tiene 840 locales en 11 estados, ofrece varias opciones, incluida la colocación de un código especial en los recibos que permite que los clientes apliquen su cambio a compras
futuras. Para ayudar a reponer el suministro, los puntos de venta de QuikTrip también han pedido a los clientes que traigan sus frascos de monedas y las cambien por efectivo o tarjetas de
regalo. "Tuvimos un caballero en Wichita [Kansas] que trajo $3,000 en monedas", señala el portavoz de la compañía Mike Thornbrugh. Couch, el dueño de la tienda de conveniencia en
Oregón, ha recurrido a publicar anuncios en Twitter y Facebook en los que les pide a los clientes que traigan sus monedas, por las cuales pagará $1.05 por dólar. También ha tratado de hacer
que redondeen sus compras y donen el cambio a Habitat for Humanity. Incluso recibió ayuda de una tienda de la competencia que acordó permitirle ordenar monedas de su banco, que tiene un
mejor suministro que el suyo. Se resiste a la última medida de redondear sus precios al dólar más cercano. "Una barra de chocolate cuesta $1.49", señala Couch. “Si la subes a $2,
alejarás a los clientes. Pero si la reduces a $1, perderás dinero”.