Una zaragozana con fobia al chándal desecha a su pareja de 'first dates'

Una zaragozana con fobia al chándal desecha a su pareja de 'first dates'

Play all audios:

Loading...

Arantxa, zaragozana de 45 años, participó este miércoles 28 de mayo en un nuevo capítulo de ‘First dates’, el espacio más exitoso de Cuatro desde hace varias temporadas. Buscaba conocer a un


hombre con el que hubiera conexión y el espacio la citó con José Miguel, de 50. NINGUNO DE LOS DOS ERA EXACTAMENTE EL TIPO FÍSICO DEL OTRO, pero la cena y la conversación transcurrieron en


un tono cordial, incluso relajado. José Miguel, a requerimiento de su compañera coyuntural, reconoció que Arantxa no era exactamente su tipo. Le abrumó un poco la altura de la aragonesa


(1,85): él mide 1,83 y afirmó que normalmente no solía toparse con mujeres que rivalizasen con él en este asunto. Ella también reconoció, con un punto de humor, QUE HABÍA PEDIDO AL PROGRAMA


UN CHICO MORENO, Y QUE NO LE HABÍAN HECHO MUCHO CASO AL TRAERLE A UN HOMBRE CON MELENA RUBIA. “Ese pelo de bote no le queda bien”, apuntó, aludiendo al tinte de José Miguel. Te puede


interesar Seguidor de la estética surfera y padre de dos hijos, el participante afirmó sin reparos que le apetecía recuperar una actividad sexual en pareja, algo que echaba de menos. ARANTXA


LLEGABA AL PROGRAMA CON ''MUCHAS GANAS DE VIVIR LA VIDA, DE DISFRUTARLA, DE ENAMORARSE Y SENTIR''. Cuando ambos empezaron a intercambiar información sobre aficiones,


llegaron más diferencias, aunque comentadas en todo momento entre sonrisas. A él le gusta el rock; incluso afirmó que planeaba ir a un concierto de Iron Maiden este verano, mientras que a


ella le parecía “mucho ruido”. ''Me ha parecido súper simpática, súper maja, pero no tenemos en común absolutamente nada'', confesaba él. Lo que acabó de desilusionar a


Arantxa fue una revelación de José Miguel sobre su forma de vestir diaria: usa con frecuencia el chándal. ''YO EL CHÁNDAL LO ODIO; EL CHÁNDAL, PARA HACER DEPORTE. Cuesta poco


ponerse un vaquero, ya no te digo una camisa o una americana, un polo, pero bien arreglado''. Como era de prever, y pese al buen rollo que transmitía su charla, José Miguel y


Arantxa DECIDIERON NO DARSE UNA SEGUNDA CITA, viendo inviable la superación de sus diferencias en gustos.