Las otras ciudades españolas que fueron capital cultural de europa, «madrid pasó de 30 bibliotecas y centros culturales a 125 hoy día» | ideal

Las otras ciudades españolas que fueron capital cultural de europa, «madrid pasó de 30 bibliotecas y centros culturales a 125 hoy día» | ideal

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Año 1992, quinientos aniversario del descubrimiento de América. Sevilla organizó la Exposición Universal, Barcelona los mejores Juegos Olímpicos de la historia y... ¿Madrid? Para evitar ...


agravios comparativos, el Consejo de Ministros de Cultura de la Comunidad Europea –aún no éramos Unión Europea– tomó la decisión política de que Madrid fuera Capital Cultural, relegando por


cierto la candidatura de Granada, que ya lo intentaba por entonces. Más de cuarenta años después, el único responsable del proyecto madrileño que aún sigue en el tajo es Jaime Prujá, asesor


de Cultura en el Ayuntamiento. El miércoles estuvo en el cónclave del Carmen de la Victoria. «Uno de los grandes argumentos de Granada –dijo Prujá– es la inclusión.«Ya fue un reino donde


convivieron durante décadas musulmanes y cristianos, y ahora mismo sigue siendo un ejemplo de multiculturalidad, algo que está en el ADN de la construcción de la UE», comenta. «Granada es


una ciudad con una clara vocación europeísta», dice. Bajo su punto de vista, la comunidad gitana, que es universal, está plenamente integrada y asociada en gran medida con una manifestación


artística como el flamenco. «Todo esto debe tenerse en cuenta en el proyecto –reflexiona–, además de toda la cultura que florece en torno a un patrimonio único como la Alhambra». NEWSLETTER


«Todas las candidatas españolas lo están haciendo lo mejor que pueden, pero lo que está claro es que la Capitalidad tiene que ser entendida por la gente como un 'proyecto de


ciudad', que no se quede en los despachos», asegura. EL LEGADO Más allá de que la Capitalidad de Madrid se quedó como algo testimonial frente a los fastos de Barcelona y Sevilla, lo


cierto es que la designación sí que dejó un legado de primer nivel. Fue la excusa perfecta para acabar, por ejemplo, el denominado 'Triángulo del Arte' en torno al Paseo del Prado,


donde se concentran algunos de los equipamientos museísticos más importantes del mundo. Se acabó la reforma del Reina Sofía con la incorporación del Guernica de Picasso a la colección


permante y se construyó el Thyssen. Todo junto al Museo del Prado de Velázquez, el Greco, Goya, Alonso Cano y Rubens. También marcó un punto de inflexión en los equipamientos culturales en


los barrios y distritos. Antes de la Capitalidad había treinta y en la actualidad la cifra asciende a ciento veinticinco. A todo ello hay que sumar una oferta que, según estudios, ya es la


más importante de España, superando a la de Barcelona.