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Ya no escribo del acelerador de partículas. Y no es justo. Alguien podría pensar, incluso, que le he cogido manía. O celera. ¡Claro! Como ahora ... está en las portadas del periódico un día
sí y otro también… Como ahora salen en la foto del Ifmif-Dones vicepresidentas y ministras del Gobierno y el presidente de la Junta… Como está en boca de todo el mundo… ¡Ay! Tiro de
hemeroteca y retrocedo hasta mayo de 2016. ¡Nueve años ya de mi primera columna sobre el bicho! Recuerdo aquel día con una ilusión especial. Mi gran amigo Eduardo Ros, catedrático de la UGR
y una de las mentes pensantes más brillantes de Granada, me venía hablando del acelerador desde hacía meses, pero me había pedido que no escribiera nada sobre el tema, que aún no era de
dominio público. Hasta que, un buen día de aquel lejano 2016, saltó a la palestra. Que Granada se postulaba para acoger una de las infraestructuras científicas más importante del mundo. «La
llegada del acelerador supondría la noticia de la década en Granada. De hecho, podría ser lo más importante que le pasara a nuestra provincia en todo el siglo XXI», escribí entonces. —¿No te
estarás flipando por encima de tus posibilidades?— me decían algunos cada vez que leían una nueva y entusiasta columna sobre el acelerador, que las he ido escribiendo a puñados a lo largo
de estos años. Otros, los más, callaban. Y sonreían con suficiencia, pensando en las cuentas de la lechera. Y en el cuán largo me lo fiáis, siempre con las gafas de ver de cerca. Ayer,
martes, tomando café, el que sonreía era yo, leyendo toda la información de IDEAL y sus cifras mareantes: Gobierno de España y Junta de Andalucía ponen 211 millones cada una. De hecho,
Moreno Bonilla dijo que el impacto económico del tinglado ascenderá a 6.000 millones. ¡Foh! Ya no escribo sobre el acelerador y no es justo, ahora que hablamos de una feliz realidad. Más
allá de la 'piporrá' de millones y empleos que supone, debemos hacerlo nuestro. Hay que acercarse a él. Conocerlo. Sentirlo. Quererlo. Disfrutarlo. Aprovecharlo. ¿Quién se apunta?