Play all audios:
Mario Momplet emplea el punto de guarnicionero para coser a mano sus bolsos de piel. Es la misma costura que utilizan firmas de lujo como ... Hermès o Vuitton. «Es una técnica tradicional,
muy poco común ahora y muy valorada, que se empleaba para confeccionar monturas y accesorios de la hípica. La costura es muy resistente, ya que se entrelazan dos líneas de hilo para dejar
bien apretado cada punto y así se consigue un producto prácticamente indestructible», explica Momplet. Este artesano valenciano, de 27 años de edad, se graduó en diseño industrial y
desarrollo de producto y se especializó en artesanía contemporánea. «Todo comenzó como un hobby. Hace cinco años, cuando terminé mis estudios de diseño, empecé a interesarme por el manejo de
la piel». Después de depurar la técnica, decidió crear su propia marca hace año y medio: Febó de Momplet. El nombre de la marca viene del dios Apolo -Phoebus- que transformó en Febó por su
esencia más valenciana. Su objetivo era recuperar la costura a mano para objetos de piel. Para Momplet, la filosofía de su firma es el trabajo bien hecho, «que te brillen los ojos en el
diseño o en el desarrollo de un producto; significa que el objeto tiene relato, proceso, tiempo y orden, características que lo llevan a ser excelente», explica. Recuerda con emoción el
instante en que terminó su primer bolso en el garaje de su casa. «Supe en ese momento que todo no había hecho más que empezar». Desde entonces, ha diseñado accesorios de piel funcionales
pero elaborados de forma ancestral, con los mismos procesos, materiales, herramientas y técnicas de antaño. «Es algo que siempre me ha atraído, las formas originales de fabricación, el guiño
a la clásico». De su oficio, destaca la limpieza y el escaso desperdicio, ya que el material se aprovecha casi al cien por cien. Además, adora la piel. «Me enamora que un material pueda
transmitir tanta calidad o que tenga su propio lenguaje», explica.