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ERRARON DE PLENO quienes atribuyeron a Miguel Ángel Corona el fichaje de Carlos Corberán por el banquillo del Valencia CF. El misterio se resolvió ... esta semana. Fue el ejecutivo escocés
Ron Gourlay, nombrado CEO del VCF, quien recomendó a Peter Lim la contratación del entrenador de Cheste, con quien ya trabajó en el West Bronwich Albiol inglés. Así funciona Lim, dejándose
aconsejar por unos y por otros (Jorge Mendes al habla) mientras desprecia a sus súbditos en el club, a quienes les pide sumisión absoluta como primera condición. Mientras Corona cerraba el
acuerdo con Quique Sánchez Flores para suplir a Rubén Baraja, Lim ya había atado a Corberán vía Gourlay (como cuando Layhoon Chan prometió a las peñas valencianistas que Alcácer no se vendía
mientras Lim negociaba su traspaso al Barcelona). La llegada de Gourlay a Mestalla es el enésimo bandazo del millonario singapurés al frente del VCF. SUPONE, EN PRIMER LUGAR, la degradación
de los dos principales ejecutivos del autodenominado 'local management': el director general, Javier Solís, y el director deportivo (Corona), cuya incompetencia ha sido palmaria
en los últimos cinco años. La primera foto enviada desde Singapur para festejar la adquisición del dirigente escocés por el VCF no dejaba lugar a dudas: Corberán, el presidente (Kiat Lim) y
el tal Gourlay. Solís no salía en la foto. Tampoco Corona, ni siquiera invitado a la expedición a Singapur. Traducción: Gourlay y Corberán conformarán la próxima plantilla, en teoría para
reforzarla porque en el texto acompañante de la foto se hablaba de aspirar otra vez a Europa, aunque fuera tímidamente. Esperemos ver Gourlay, a diferencia de Solís y Corona, dando al menos
la cara. DEBATE ROBADO. Últimes Vesprades a Mestalla organizó una charla el pasado jueves sobre la conveniencia o no de conservar el viejo Mestalla, cuyo derribo está previsto en un par de
años. «Todas las aficiones piensan que su estadio es especial, pero en vuestro caso es cierto», dijo el periodista británico Sid Love, un enamorado de la mística del viejo recinto. «Mestalla
acogió el funeral de Estado por las víctimas de la dana», advirtió Vicent Molins, director de la Agència Districte, muy en le pelea por que el VCF aprovechara la singularidad de Mestalla
para potenciar su marca. «La tribuna de Mestalla es una joya arquitectónica», resumió Manuel Molines, arquitecto de la reforma de 1978 para el Mundial 82, antes de advertir de la ratonera
que puede llegar a ser el aparcamiento del nuevo Mestalla. EL LEVANTE UD DEBE REFORZARSE. Pasada la euforia del ascenso, con la icónica imagen de Carlos Álvarez llevado a hombros por una
multitud granota en El Plantío, el club levantinista debe darse prisa en fichar un director deportivo y que este se arremangue para fortalecer una plantilla impropia en estos momentos de
Primera División. Julián Calero necesitará un puñado de jugadores importantes para hacer lucir a Carlitos en la élite y consagrar al Levante UD en la máxima categoría. Los 50 millones
entrantes por el ascenso deberían reinvertirse en parte en el campo. Así lo merece esa hinchada que tanto lloró primero de pena y después de alegría en El Plantío.