Lunes, 2 de junio 2025, 00:37 Comenta Compartir El estruendo de cláxones, el recital de frenazos y las esperas eternas para cruzar una avenida se han agravado en Valencia en apenas un año.

La sombra de los atascos es uno de los males que planea siempre sobre la capital del Turia, una de esas cuestiones que permanecen enquistadas y que acucian a toda gran ciudad. Los

embotellamientos de tráfico son una de esas pesadillas diarias a las que se han acostumbrado, más a la fuerza que por gusto, los cientos de miles de conductores valencianos que por una

casuística casi infinita tienen que hace uso del coche para desplazarse cada jornada. La movilidad es uno de los aspectos más tangibles y peliagudos en el día a día de los ciudadanos. La más

la modalidad de los desplazamientos impulsados por las administraciones como la puesta en marcha de bonificaciones en el transporte público e incluso la gratuidad para los menores de 31

años. De manera más reciente se encuentran los cambios forzados bien por un desastre natural de dimensiones inimaginables hasta la fecha como la dana que el pasado 29 de octubre arrasó toda

la provincia o cómo unas obras pueden alterar gran parte de la movilidad del segundo anillo de la tercera ciudad más poblada de España. En definitiva, el Covid, la riada y las obras son tres

ejemplos de la fragilidad que presentan las actuales redes del tráfico rodado valenciano. Sin embargo, los atascos son un problema enquistado desde hace mucho tiempo que lleva de cabeza a

autoridades y conductores. LAS PROVINCIAS ha identificado algunos de los puntos negros donde se forman embotellamientos recurrentes en la capital del Turia, la mayoría de ellos se ubican en

los accesos y salidas de la ciudad al oeste y al norte. Mientras tanto el tráfico no ha recobrado la normalidad en los pueblos de l'Horta Sud afectados por la dana. Los datos mensuales

que miden la intensidad media diaria en días laborales registrados la Concejalía de Movilidad demuestran un incremento del tráfico rodado que se agudiza todavía más en determinados puntos

como la avenida del Cid, el puente de Ademuz y el del 9 d'Octubre así como en las habituales Ronda Nord y avenida Cataluña. Una comparativa de los datos de circulación diaria relativos

a los meses de febrero de este año y los correspondientes a 2024 demuestra que la calle 9 d'Octubre, donde se ubican las sedes de muchas consellerias de la Generalitat, es el punto

donde se genera un mayor atasco. Pese a que existen dígitos más actualizados, la elección de este mes no es casual pues es uno de los preferidos por los técnicos a la hora de establecer

comparaciones dado que no cuenta con festividades, como las Fallas o la Semana Santa, ni periodos vacacionales prolongados que alteren los números. Tal y como publicó este periódico, la

entrada al puente 9 d'Octubre desde Pío Baroja y Manuel de Falla, ambas vías con cinco carriles cada una, que acaban confluyendo en tan sólo tres, puede considerarse como el peor cruce

viario de toda la ciudad. Las cifras avalan que la calle sobre la que se levanta el complejo administrativo del Gobierno valenciano ha visto cómo subía el número de vehículos en casi 13.500

coches de un año a otro, un 14,1%, tras pasar de los 95.200 automóviles en 2024 a alcanzar los 108.851 en 2025. Su conexión directa con la avenida del Cid, otro de los núcleos viarios que

más incremento han sufrido, explica también los motivos de porqué sube el paso de vehículos en ambos puntos. La avenida del Cid es una de las principales arterias que vertebran el oeste de

la ciudad gracias a ejercer de puente entre la V-30 y la A-3 con el centro histórico. Los medidores de tráfico que el Consistorio tiene instalados a lo largo de esta vía han sufrido notables

crecidas de un año a otro. En el primer tramo, que discurre entre la V-30 y Tres Cruces, el número de coches que lo transitan se ha incrementado en 13.200 automóviles, un 15,4% más, tras

pasar de los 85.500 turismos de 2024 a los 98.700 del presente ejercicio. Por otro lado, el tramo comprendido entre Tres Cruces y la calle Enguera, justo antes de llegar Pérez Galdós,

también reporta un aumento reseñable, aunque no tan importante, de 4.760 coches, un 10,3% más, al subir de los 46.400 del año pasado a superar los 51.150 en 2025. EFECTOS COLATERALES DE LAS

OBRAS EN PÉREZ GALDÓS Los trabajos de canalización del de alumbrado, que arrancaron el pasado 5 abril en Pérez Galdós, con el consiguiente caos viario provocado por la reducción de carriles

no acabarán hasta el próximo 15 de junio, han servido de ensayo general de las obras de regeneración de la avenida que tendrán lugar en el mismo enclave próximamente y que durarán 14 meses.

Los datos avalan una vez más que los valencianos han optado por esquivar el embotellamiento en Pérez Galdós optando por rutas alternativas como el puente de Ademuz que conecta Pío XII con

las grandes vías y que entre los meses de febrero del año pasado y del presente ejercicio ha subido en 7.350 coches los que transitan por el pretil al pasar de 63.827 turismos a alcanzar los

casi 71.200. De hecho, en Fernando el Católico el tráfico ha subido en casi 1.600 vehículos en el mismo periodo de tiempo. Al norte de la ciudad, en la Ronda Nord, entre las calles Moncada

y Lumiares, la circulación también se ha disparado hasta los 90.700 automóviles con casi un 15% de subida interanual mientras la avenida Cataluña cuenta con 5.000 turismos más al día. LA

PISTA DE SILLA, EL PRINCIPAL ACCESO DESDE EL SUR, SIGUE SIN RECUPERARSE DE LA DANA La pista de Silla, conocida también por ser la principal puerta de acceso a Valencia desde el sur, sigue

sin recuperar la circulación previa a la dana. La V-31 registró cerca de 3.850 vehículos menos en febrero de este año, un 9,65% de bajada cuatro meses después del desastre respecto al mismo

periodo del año pasado. Su efecto colateral más directo ha sido una ligera descongestión de la avenida Ausiàs March donde ahora pasan 1.500 turismos menos. Mientras en febrero de 2024 las

cifras de tránsito diario en la pista de Silla eran de 108.400 coches por jornada, en el presente ejercicio y tras la riada que asoló l'Horta Sud que dejó un saldo de 128.000

automóviles afectados, la abrumadora mayoría en estado de siniestro total, ha caído hasta los 104.500 turismos. El parque móvil total fulminado por la catástrofe equivale al 40% de todos los

coches existentes en la comarca. Pese a que el Consorcio de Compensación de Seguros ya ha atendido y pagado el 86% de las 143.928 solicitudes recibidas en materia de vehículos, los datos de

la pista de Silla reflejan que o bien que muchos afectados todavía no han repuesto su coche o que ahora optan por otras vías de acceso a la capital. En relación a este segundo aspecto,

otras vías de acceso a Valencia desde el sur como el Camí Nou de Picanya o la autopista del Saler son ahora más transitadas. Respecto a la del suroeste, el flujo de vehículos ha subido un

10% de un año a otro hasta rozar los 79.300 mientras que la del sureste se ha aumentado casi un 12% hasta los 36.450 coches. Comenta Reporta un error Límite de sesiones alcanzadas El acceso

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